Asociativismo y condiciones de vida y trabajo. La experiencia de la cooperativa de recuperadores
Asociativismo y condiciones de vida y trabajo. La experiencia de la cooperativa de recuperadores de residuos del Eco-parque Gualeguaychú
Las personas recuperadoras de residuos son un actor clave dentro de la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) aunque poco se conoce de sus condiciones de salud. En Argentina, este grupo emerge a partir de la crisis de 2001; y se consolida como un actor diferenciado dentro del circuito de los RSU mediante la organización en cooperativas de trabajo, una estrategia basada en el incentivo a la mejora de las condiciones laborales, constituyendo un hecho social necesario y destacado para la gestión municipal de los residuos. Así, las plantas de clasificación aparecen como una alternativa de inserción laboral, aunque se reconocen ciertas falencias en los ambientes de trabajo que pueden producir efectos perjudiciales en la salud de los trabajadores.
Para estudiar las condiciones de trabajo y salud se realizó un estudio descriptivo observacional de corte transversal, obteniendo la información a partir de dos instrumentos: una lista de verificación de riesgos del ambiente laboral en plantas de reciclado; y un cuestionario de autopercepción en el cual se relevaron las condiciones de trabajo y proceso de salud - enfermedad atención, utilizando herramientas estadísticas para analizar los resultados. Asimismo, para reconstruir la trama de las relaciones sociales de la recuperación de residuos se realizaron entrevistas en profundidad y abiertas con pautas previas a personas recuperadoras, funcionarios municipales e informantes claves; lo que permitió la generación progresiva de categorías conceptuales para interpretar las prácticas, relaciones, actividades y significaciones que se forjan entre quienes participan en los procesos de recuperación.
La cooperativa Eco-Gualeguaychú ha desarrollado un sistema en donde sus miembros deciden sobre algunos aspectos del sistema de recuperación y propician acciones para mejorar sus condiciones laborales. Se visualiza que los recuperadores se sienten identificados con su trabajo y perciben que tienen un rol clave para la sociedad, relacionado con el cuidado del ambiente y la inclusión social. En cuanto a género, hay más mujeres que hombres en la cooperativa (31 mujeres y 26 varones) y casi todas las tareas diarias son realizadas por igual entre ambos grupos. En cuanto a las condiciones de trabajo y salud, el 85% de los recuperadores dijo estar conforme o muy conforme con su trabajo y en las mujeres asciende al 100%. Entre los factores de riesgo autopercibidos se destacan: contacto con pañales desechables, papel higiénico, toallas higiénicas, gasas y algodones (90%); contacto con agujas, metales y vidrios (>90%); exposición a calor o frío extremo (90%); movimientos repetitivos (88%); ruidos molestos (73%) y levantar cargas pesadas (58%). En relación con las medidas de protección 94% señalo usarlas de manera permanente y 73% que los elementos son provistos por la Cooperativa. Los principales problemas de salud referidos fueron: osteomusculares (58%), neurológicos (42%), oculares (27%), dérmicos (23%), respiratorios (21%) y digestivos (17%). 75% de las personas recuperadoras solo tiene cobertura del sistema público de salud y el 90% concurre a un efector público cuando tiene un problema; las mujeres con más frecuencia a un centro de atención primaria y los hombres al hospital.